miércoles, 10 de mayo de 2023

La larga marcha, de Stephen King

TÍTULO: La larga marcha

AUTOR: Stephen King

FECHA DE PUBLICACIÓN: Noviembre 2020 (Original 1979)

NÚMERO DE PÁGINAS: 352

EDITORIAL: Debolsillo

SAGA: Autoconclusivo



-Sinopsis-

El escenario: una sociedad ultraconservadora que ha llevado al paroxismo sus rasgos más perversos, dominada por un estado policial.

El acontecimiento: la más extraordinaria competición deportiva, una agotadora marcha a pie donde un resbalón puede ser el último.

Los competidores: cien adolescentes elegidos por sorteo decididos a pasar sobre los cadáveres de sus compañeros para llegar a la meta.

El premio: fama y fortuna para el ganador, es decir, para el único superviviente...

Solo uno será el triunfador.
Los 99 restantes morirán.




-Mi Opinión-

La larga marcha comienza con la llegada de Ray a la competición, apenas una hora antes de que comience. Sin revelar el qué (ni mucho menos el "por qué") presenciamos como 100 chicos menores de 18 años son llamados y numerados por orden de lista, listos para comenzar a caminar. Para los que no sepan aun en que consiste este evento, esta forma de presentarlo tan racionada y natural provocará que descubrir su magnitud resulte más impactante y atroz.

Contrario a otras novelas de King, las descripciones de escenarios y personajes son realmente escuetas. Incluso se reconoce a chicos "sin rostro" de los que únicamente conocemos su nombre o número de dorsal (y, en ocasiones, ni eso). Esta es la forma más lógica de construir la historia. Por un lado, porque caminan por autopistas y carreteras secundarias sin mucho que destacar escogidas de esta forma para facilitar el paso. Por otro, porque todos estos participantes acaban de llegar de diferentes lugares de Estados Unidos y no han tenido tiempo (ni interés) de conocerse. Este último detalle ayuda a potenciarr la idea sobre la que ocasiones se reflexiona: en realidad, la identidad de los 99 perdedores, no importa.

Las reglas que los chicos están obligados a seguir tampoco se presentan claramente. El evento es de carácter nacional, algo explícitamente ligado al gobierno, por lo que los participantes y espectadores ya lo conocen todo sobre él. Conforme avanza la novela, llegamos a la conclusión de que hay 3 reglas imprescindibles: no bajar de los 6,5 kilómetros por hora, no pararse y no salirse de la carretera. Si una de estas tres se incumple, se recibirá un aviso y, al tercero, al infractor se le castigará con lo que ellos llaman "darle el pasaporte". Además de estas normas, parece existir un reglamento o, más bien, listado de consejos que los organizadores facilitan a los participantes. Entre ellos se encuentran premisas como "conservar el aliento", "no usar suelas de caucho" o "descansar siempre que sea posible".

Por si no fuera suficiente con tratarse de distopía terrorífica, otros elementos propios de King están de forma constante en la novela. La homofobia, el racismo y el sexo explícito muestran la parte más oscura y animal de los seres humanos. En concreto, unos con los empatizamos y de los que sentimos lástima.

Esta novela vuela en las manos. Incluso me atrevería a decir que es perfecta para descansar entre lecturas. Con un ritmo vertiginoso y carencia de presentaciones, explicaciones y desarrollos se trata de una dosis de horror concentrada, sin nada que destacar si lo quitáramos de la historia.


-Puntuación-


martes, 2 de mayo de 2023

La dama y la muerte, de Greta Alonso


TÍTULO: 
La dama y la muerte

AUTOR: Greta Alonso

FECHA DE PUBLICACIÓN: Enero 2023

NÚMERO DE PÁGINAS: 528

EDITORIAL: Planeta

SAGA: Autoconclusivo


-Sinopsis-
Nadie sabe quién es Dama, solo que pinta. Se desconoce si es joven o anciano, si es hombre o una mujer. De Dama solo se ha oído que emplea su mano izquierda, que ejecuta sus trabajos como acuchillando el lienzo. Salvo aquellos que las compran, nadie ha visto lo que oculta bajo el papel de estraza con el que envuelve sus pinturas.

Con cada subasta, su obra se revaloriza y la incógnita sobre su identidad aumenta; pero cuando Lucas Cúe, el popular deportista, aparece brutalmente asesinado, el inspector Valtierra debe encontrar un nexo entre el crimen y el cuadro más reciente del misterioso pintor; descubrir quién acecha tras el seudónimo.

Santander, Madrid, Londres, París. Una amalgama de horror y belleza, una trama vertiginosa y oscura que nos sumerge en el mundo del arte y la muerte, en las sombras ocultas que manejan nuestras vidas.


-Mi Opinión-
Esta es la segunda novela que escribe bajo seudónimo la autora de "El cielo de tus días", thriller que se me escapó en su momento pero que guarda similitudes con este, según he podido apreciar leyendo su sinopsis.

Con una pluma muy masculina, se nos presenta a Mateo, un protagonista callado, atractivo, inteligente y respetado en todos sus círculos. Un policía al que admiran en su humilde barrio y que, 20 años después de haber roto, sigue siendo prácticamente acosado por su ex (la cual mantiene una larga relación con un hombre bueno y exitoso, con el que va a casarse).
Esto hace que, sobre todo al principio, me recuerde al estilo noir de los detectives de los años 50: la historia de un hombre por el que se desviven, pero que tiene el corazón herido. Alguien sumido constantemente en sus pensamientos y con un gran sentimiento de culpa con el que no empatizamos en absoluto.

El resto de personajes tienen (la mayoría) unas personalidades muy distintas. Sin embargo, esto no los hace buenos. En un momento dado uno de ellos se queja de que no hay suficientes policías mujeres en la comisaría encargada del caso pero, lo cierto es, que los personajes femeninos que se encuentran en la novela tampoco relucen demasiado. 

Judit, por ejemplo, es absolutamente idiota y una auténtica creída, que tampoco aporta mucho analizando su personaje una vez terminado el libro.
Otro ejemplo vergonzoso es el personaje de Rebeca. Con ella se han olvidado de la figura de mujer fuerte e independiente. No sirve para nada más que babear por el protagonista. No hay escena en la que no muestre una auténtica obsesión, ni tiene relevancia más allá que generarle un trauma pasado para que él pueda justificar su carácter sombrío. En una escena comenta, literalmente, que es un hombre atractivo, de físico imponente y con cierto grado de poder, su tipo de chico, demostrando que, pese a la apariencia de víctima que pretende transmitir, es una persona indudablemente superficial.
Pese a esto, su contrapunto es una auténtica pesadilla. El personaje de Bianca tiene una obsesiva necesidad de demostrar que es una mujer que no se deja dominar por nadie hasta el punto de lo absurdo. Para mí, el momento más surrealista es cuando la llaman a declarar en comisaría y pregunta que si también la citarían si fuera un hombre. Por otro lado, pese a que el protagonista repite hasta la saciedad su buena gestión de la confidencialidad, de vez en cuando se va de la lengua con ella. Lejos de ser la mujer de armas tomar que pretendían vendernos, creo que es una señora cansina y exigente.


La narración es lenta y pesada. Todo es muy pomposo y muy poco cotidiano. Hay exceso de escenarios y carencia de descripciones. Uno de mis autores favoritos dijo una vez que se descubre a un mal escritor cuando intenta llamar la atención plasmando sus gustos en la novela mediante referencias culturales. Estoy totalmente de acuerdo con esa afirmación y, echando cuentas a todas las alusiones a canciones que he encontrado en esta, sigo reafirmándome.
También me ha llamado la atención la inclusión de un mapa de la costa de Santander en las tapas interiores del libro, cuando los lugares mencionados no destacan especialmente.


Los asesinatos tienen algunos detalles gore que pasan totalmente desapercibidos y sus elementos ritualistas carecen de valor o justificación una vez revelada la verdad. También encontramos muchas escenas sin sentido, como cuando el juez decide no denunciar un allanamiento culpando a su ex después de haber sido agredido por un desconocido hace apenas unos días o los topicazos de personajes que descubren la verdad y mueren antes de revelarla, habiendo sustituido sus oportunidades por un "tengo que hablar contigo".

Pero, sin duda, lo que más me ha irritado de la narración es cuando te suelta palabras técnicas e inmediatamente después un "ya sabes, x cosa". Por ejemplo, la más ridícula para mí es cuando alguien comenta "la víctima era una persona muy zen, ya sabes, un hombre muy espiritual". Tampoco me gustó nada el extraño trato a la madre del protagonista. En vez de referirse a ella como "mamá" o "mi madre", la llama por su nombre de pila. Incluso la tiene así guardada como contacto del teléfono. Eso sí, una vez se menciona su nombre (y al igual que de lo que me estaba quejando antes) no hay una sola escena donde antes o después aclare que es su madre a la que ha mencionado. ¿Se piensan que no la vamos a recordar solo porque apenas tiene más de tres frases en la historia?


Ahora bien, toda la parafernalia alrededor de la figura de "Dama" es algo exagerada, pero es inevitable no sentir interés. Cuando te aportan dosis de historia del arte como técnicas de firma o fecha copiadas de otros artistas, sientes que estás aprendiendo. Muchas otras curiosidades e historias son total o parcialmente reales y se suceden con gran peso una vez empieza a coger carrerilla la investigación. Esto es lo único que aporta valor al libro y el tema principal que le da sentido. El resto de elementos, carecen de chicha.


El final es muy pero que muy largo. Ya sabemos la verdad y nos la intercalan con escenas demasiado extensas que hubieran tenido mejor cabida antes, para alargar un pelín más la tensión. Algunas de las acciones que han facilitado a los protagonistas el descubrimiento de la verdad están justificadas de una forma absurda, absolutamente forzada. Por último, el epílogo consta de nada más y nada menos que 14 páginas, es otro capítulo entero.

En definitiva, un libro cargado de interesantísima información sobre el mundo del arte y un planteamiento muy potente, pero que cae con su narración y, en especial, por sus personajes.


Muchas gracias a la editorial por el ejemplar.


-Puntuación-