Balada de pájaros cantores y serpientes, de Suzanne Collins

TÍTULO: Balada de pájaros cantores y serpientes

AUTOR: Suzanne Collins

FECHA DE PUBLICACIÓN: 3 de junio de 2020

NÚMERO DE PÁGINAS: 592

EDITORIAL: RBA

SAGA: Los juegos del hambre (4/4) [PRECUELA]

-Sinopsis-

Es la mañana de la cosecha que dará comienzo a los décimos Juegos del Hambre. En el Capitolio, Coriolanus Snow, de dieciocho años, se prepara para una oportunidad única: alcanzar la gloria como mentor de los Juegos.

La casa de los Snow, antes tan influyente, atraviesa tiempos difíciles, y su destino depende de que Coriolanus consiga superar a sus compañeros en ingenio, estrategia y encanto como mentor del tributo que le sea adjudicado. Todo está en su contra...

-Resumen-

Comienzan los decimos juegos del hambre. Un joven Snow se codea con el resto de familias poderosas del Capitolio como si la suya no se hubiera arruinado tras la muerte de sus padres. Este año, se enfrenta a la oportunidad de su vida: si su tributo asignado en los juegos gana, le concederán una plaza en la universidad con la que poder sacar adelante a su prima y a su abuelatriz, la única familia que le queda.

Pero la suerte no está de su lado (o, más bien, las altas esferas que ya han descubierto que no es como dice ser y pretenden quitárselo de encima). Su tributo asignado es Lucy Gray Baird, la participante del distrito 12. Pequeña, delgada, arrogante y con una voz preciosa. Ninguna cualidad que la ayude a vencer.

Ambos deberán usar la inteligencia para darle la vuelta a la situación y garantizar la supervivencia de los dos.

-Mi Opinión-

Balada de pájaros cantores y serpientes es volver a mis quince años. A esas noches sin dormir, pegada a las páginas. A llevarme el libro de paseo para aprovechar al máximo los minutos que me permitieran leer un poco más y a emocionarme con la historia que me introdujo de lleno en las distopías. Hoy, volvemos a Panem.

Esta novela podría haberse dividido en otra trilogía. En sus casi 600 páginas encontramos tres actos muy pero que muy diferenciados. Pasar de uno a otro se siente como acabar un libro y empezar otro nuevo, con una ambientación totalmente distinta. Llega un punto, en la parte final, que te sorprende mucho cómo has llegado hasta ahí y cómo han cambiado tanto las cosas.

Con esta sensación tengo sentimientos encontrados. Por un lado, me satura. He devorado la novela, porque no tiene nada prescindible y está cargada de tensión pero tanto contraste me ha hecho sentir que me estaban sobrecargando de tramas. Por otro lado, mantenerse "en la onda" ha sido crucial para apreciar en su totalidad el desarrollo del personaje de Snow.

Aun con todo esto, yo personalmente he sentido que esta historia no ha acabado. Cogí la novela con el objetivo de aprender mucho más de su protagonista y aunque es obvio que narra un momento crucial de su vida, creo que no es ni por asomo todo lo que tiene que contarnos. Ni él, ni muchos otros personajes que creo que no han quedado lo suficientemente cerrados.

Esto también pasa con los juegos. En este libro asistimos a nada más y nada menos que a los décimos, los cuales están muy lejos de ser los que conocíamos con anterioridad. No sólo por la falta de elementos que habíamos dado por sentado (como los cañonazos nocturnos que informan de las muertes diarias o los entrenamientos de los participantes, los cuales incluso mueren antes de empezar los juegos) sino por el público. En esta generación, con unos juegos tan jóvenes, mucha gente aun ni siquiera entiende su función, no se publicita a sus participantes y poca gente los sigue. 

Pese a esto, se repiten muchas fórmulas y se hacen referencias a detalles de la trilogía que todos conocemos. A mí personalmente me he gustado asistir desde dentro a los orígenes de los mutos y del Sinsajo, el cual vuelve a tener un enorme protagonismo en la historia de Snow. Tampoco se queda atrás la brutalidad y la sequedad que la caracterizaba ni la perfección y el detalle con el que absolutamente todo está conectado.

El único punto negativo que he encontrado, a mi parecer, es la rapidez con la que surge un romance empalagoso y extraño, aunque absolutamente necesario.

Ha sido mágico rememorar todo esto. No me imaginaba que fuera a encandilarme tanto esta novela y aunque reconozco que el factor nostalgia ha beneficiado a mi opinión creo que objetivamente hay muchas razones por las que disfrutar de esta novela.

-Puntuación-