TÍTULO: Los crímenes azules
AUTOR: Enrique Laso
FECHA DE PUBLICACIÓN: 13 de noviembre 2017
NÚMERO DE PÁGINAS: 380
EDITORIAL: Umbriel
SAGA: Ethan Bush (1/2?)
-Sinopsis-
Los cadáveres de dos jóvenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultánea.
Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos.
Un prometedor agente especial de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI asignado al caso.
Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos décadas antes...
Sumérgete en una intrincada investigación que hará las delicias de los amantes del género.
-Resumen-
En un pequeño condado alejado de la mano de Dios donde todo el mundo se conoce, dos chicas han sido asesinadas y abandonadas a la orilla de un río en un plazo de dos semanas. Los crímenes se asemejan con el asesinato de otra joven 17 años atrás, aunque un profesional puede encontrar ligeras diferencias en el modus operandi.
Por eso, llaman al experto en crímenes violentos Ethan Bush, del FBI. Tras una fama conseguida gracias a un golpe de suerte, espera poder consolidar la imagen que ha generado en el mundillo. Lo primero que tiene claro es que sólo él es capaz de encontrar al asesino pues, al ser un lugar tan familiar, el sheriff y sus agentes no querrán asimilar la verdad aun teniéndola frente a sus narices.
Sin embargo, no será nada fácil. La necesidad de encontrar un culpable por parte del pueblo expone a los sospechosos a situaciones violentas y la inexperiencia de los agentes han fastidiado pruebas que podrían ser decisivas. Y lo más importante. ¿A cuántos asesinos están buscando?
-Mi Opinión-
Cogí este libro con muchas ganas porque los thrillers de Umbriel, como os dije en el IMM de este mes pasado, me encantan. Sin embargo, este ha sido una enorme decepción. Y no ha sido por tener el listón alto.
Lo primero y más importante. ¿Sabéis ese tipo de situaciones que en teoría son imprevisibles pero que los escritores o guionistas ya han recurrido tantas veces a ellas que ya no lo son? Como por ejemplo, que el más bueno y útil muera, que el malo en realidad sea bueno, que el bueno en realidad sea malo, que se fijen en el/la marginada... Pues eso pasa en este libro. Lo que me llega a averiguar, desde su primera aparición, quién era el asesino. Cuanto más avanzaba, más trataban de convencerme de lo contrario y, a su vez, más convencida estaba y, finalmente, resultó ser esa persona. Así pues, me irritaba bastante ver cómo trataban de convencerme de que eran otras, pintándomelas de formas terribles precisamente para que sospechara, como tratando de engañarme, cuando creo que ya a estas alturas de la vida cualquiera se habría dado cuenta desde el principio de la verdad. Lo único que no pude deducir fueron los motivos y la verdad que estos me parecieron muy interesantes. Creo que fueron el único punto a favor de la novela,
Por otro lado, lo segundo más importante y de lo que más leeréis quejarse a los lectores en las reseñas es sin duda en el tema de las cartas. Os lo voy a contar porque tampoco es tan importante(y si lo era, se acaba volviendo tan tedioso que pierde interés). El protagonista encuentra unas cartas ocultas escritas por una de las víctimas. Están fechadas el día de su muerte y nadie tiene constancia de ellas. Bien. Pues en vez de leerlas inmediatamente y dar un paso importante en su investigación, quizás ahorrándose una pérdida de esfuerzo y dinero por parte de la comisaría, decide guardárselas y leerlas muy muy poco a poco, una cada varios días. Y encima con cada una descubre algo nuevo que podría serle de ayuda. Pero ojo, él es el experto y no para de regodearse de ello.
Y hablando de eso. Lo que más me ha dolido de la novela ya no ha sido que el asesino sea previsible, a cualquiera le puede pasar(aunque no tan obvio, todo hay que decirlo) sino que el protagonista sea tan pesado, tan egocéntrico y tan estúpido para que al final deba tragarse sus repetidas palabras y convertirse en un hipócrita. Da un coraje inaguantable.
Y finalmente, ese mismo personaje que como podréis comprobar tan bien me ha caído, se pasa todo el libro lloriqueando, intentando transmitirme una lástima que no voy a sentir por él habiendo tres chicas muertas con un culpable suelto. En los últimos capítulos, el protagonista nos habla de como encauza su vida, se pone en orden con su familia y retoma una relación amorosa que cortó en el pasado. Se supone que esto me tiene que transmitir alguna emoción, me lo cuentan como si me importase pero, al no haber vivido ningún momento de la pareja ni haberme contado nada sobre ella, no siento ningún tipo de cercanía y me resulta totalmente indiferente. Supongo que le darán más importancia en la siguiente parte(para la que por cierto, el tema de las cartas, cobrará por fin importancia).
En resumen, un libro para olvidar.
Gracias a Umbriel por el envío del ejemplar.
-Puntuación-
<<En realidad, si no nos conocemos a nosotros mismos ¿cómo podemos esperar conocer de verdad a los que nos rodean? El ser humano necesita un espacio de intimidad, una sólida caja fuerte en la que poder guardar sus confidencias, que en algunos es realmente insignificante mientras que en otros resultan ser descomunal>>.