TÍTULO: El último graduado
AUTOR: Naomi Novik
FECHA DE PUBLICACIÓN: Febrero 2022
NÚMERO DE PÁGINAS: 378
EDITORIAL: Umbriel
SAGA: La Escolomancia (2/3)
-Sinopsis-
El conocimiento otorga protección.
Ese es el lema oficial de la Escolomancia. Supongo que podríamos decir que es cierto…, el problema es que aquí resulta muy difícil aprender, por lo que la protección de la que disponemos es más bien escasa.
Nuestro querido colegio hace todo lo posible por devorar a sus alumnos, pero ahora que estoy en último curso y he conseguido unos cuantos aliados, ha desarrollado un antojo de lo más particular por mí. Incluso si consigo sobrevivir a las interminables oleadas de maleficaria con las que me obsequia entre los agotadores proyectos para clase, no tengo ni idea de cómo mis aliados y yo vamos a salir vivos del salón de grados.
A no ser, por supuesto, que acepte de una vez mi profetizado destino y sucumba a la magia oscura y la destrucción. Desde luego, de esa forma saldría en un santiamén. Adentrándome en la senda del conocimiento, sin duda.
Pero no pienso rendirme: ni a los mals ni al destino, y mucho menos a la Escolomancia. Saldré de este horrible lugar con mis amigos aunque sea lo último que haga.
-Mi Opinión-
Inmediatamente después del final de "Una educación mortal" continuamos con un nuevo curso en La Escolomancia.
Para Galadriel es el último año, lo que significa que debe centrar sus esfuerzos en prepararse física y mentalmente, acumulando el máximo de magia posible e ideando una estrategia que les permita salir vivos.
Al principio, la historia se centra mucho en repasar al completo su precuela. Al principio se agradece si hace tiempo que disfrutaste del primero pero cuando vamos por la página 100 y aun siguen recordando empieza a ser frustrante. No sentimos que la historia avance, pero sí plantea una idea para esta continuación: la Escolomancia como ser con consciencia y sus intenciones de atacar a Gal.
Aquí empezamos a ver esencias de la primera parte, con unos elementos originales de este mundo que funcionan de forma coherente. En este caso, resulta obvio que si la escuela siempre plantea retos más complicados a sus alumnos para hacerlos fuertes (como enviarles deberes en idiomas que no domina sobre los que sí) también es lógico que lo haga en el aspecto físico, enviando más peligros a quién ya domina los de nivel básico.
Sin embargo, una vez planteado esto, no tiene más importancia que la de justificar escenas y, en mi opinión, queda bastante desaprovechado. Y cuando esto se suma a otros elementos que tampoco me parecen que estén desarrollados como se merecen (como, por ejemplo, el familiar) es inevitable empezar a cuestionarte la novela, su objetivo y sus conceptos básicos.
En este sentido, lo que más me ha hecho renegar de la novela y sentir aversión ha sido su propio funcionamiento. Se supone que sólo un porcentaje de la población tiene capacidades mágicas y absolutamente todos ellos deben acudir a La Escolomancia para aprender hechizos personalizados a sus capacidades. Una vez aquí, están muriendo absolutamente TODO EL RATO (en la primera novela especialmente, era algo muy cotidiano que formaba parte del estilo que quería transmitir) aun así, sobreviven los suficientes para pasar por La Graduación donde mueren la mayoría. Y pese todo esto, se gradúan unos 400 para hacer que esta rueda siga girando. Teniendo en cuenta que otro porcentaje de estos no tendrá descendencia, o los que tienen pueden no tener capacidades mágicas si son mestizos o pueden directamente morir por causas naturales o sobrenaturales, no me salen las cuentas.
Llegando a la mitad del libro, se sacan un nuevo objetivo de la manga y proceden a ignorar los escasos hilos que tenían abiertos (por no mencionar la carta que Gal recibió de su madre, y que era lo interesante a investigar en esta segunda parte). A partir de este momento resulta muy tedioso leer únicamente como hablan del entrenamiento, preparan el entrenamiento y entrenan una y otra vez. Sin contar las repetitivas charlas internas de la protagonista sobre sus intenciones de sacrificarse para salvar a todo el mundo el día del entrenamiento. Entra en tal bucle que nos empezamos a cuestionar que actúe de forma altruista.
Finalmente, con todo este cacao, se torna aburrido. Da la sensación de que no existe otro objetivo que el de matar el tiempo hasta la Graduación, presenciando como Gal sigue destacando sobre los demás sin ningún esfuerzo. La idea que quedó pendiente en la precuela queda olvidada y en esta no surgen nada que te mantenga intrigada ni se pueda destacar en la historia hasta prácticamente el final, cuando ya tienen un objetivo y comienzan las escenas de acción. Por último, la escena que cierra la novela pretende dejarnos con la misma sensación ansiosa que el anterior, pero es tan contradictoria con ella que a mí, más bien, me ha dejado con mal sabor de boca.
-Puntuación-