12 sorbos de café y un vaso de agua, de Marc Perez Pino

TITULO: 12 sorbos de café y un vaso de agua

AUTOR: Marc Perez Pino

FECHA DE PUBLICACIÓN: Marzo 2015

NÚMERO DE PÁGINAS: 175

EDITORIAL: Circulo rojo

SAGA: Autoconclusivo

-Sinopsis-
Doce sorbos de café y un vaso de agua pretende trasladarle al lector doce vistazos tan críticos como satíricos de la realidad que nos azota en un momento de constante metamorfosis del ser humano y de sus más arraigados deseos y voluntades. Con esta premisa, Marc Pérez Pino juega a darle matices al relato dejándose llevar por el entusiasmo que propone una idea o un recuerdo que admite el añadido de una imaginación en constante dinamismo. Tras el aluvión creativo, refresca la lectura con una reflexión que sirve de colofón final a la amargura de un café con infinidad de sabores.

-Resumen-
Sorbo despistado.
El protagonista está sentado en una cafetería analizando al resto de clientes
Sorbo de madurez.
Un hombre con la vida patas arriba conoce a su sobrino recien nacido al que intentan llevarlo desde tan pronto por el camino correcto hasta límites exagerados.
Sorbo Inoportuno.
La historia de un hombre enamorado con un final inesperado.
Sorbo de época.
Sócrates viaja en el tiempo a la actualidad. Aquí se encuentra con la presión social que se ejerce en la juventud para que crezca rápido y la ambición de los adultos por tener más y mejores cosas que el resto.
Sorbo afortunado.
Plantea cómo sería el día a día y las ambiciones de el hombre con más suerte del mundo.
Sorbo taurino.
La historia de un anciano que cree que todavía debe encontrar aquello que marcará su vida. Para averiguar cuándo será el momento acude a una vidente de la televisión que le dejará obsesionado con su predicción-
Sorbo rompecorazones.
Varios hombres observan a aquella mujer que, aun habiendo jugado con su amor, no pueden evitar amar, e intentan recuperar por todos los medios.
Sorbo a la carta.
Una mujer se prepara para una cita y dará un giro inesperado a su vida.
Sorbo fugaz.
Camarero y cliente sufren, por un factor en su vida, una rutina que les amarga y que les hace pensar en el suicidio
Sorbo capicua.
Enfrentamiento entre dos vendedores ambulantes: uno que quiere vender sus helados porque hace calor y otro que quiere vender sus castañas porque ya es su época legalmente. Un policía y su nueva compañera a la que se quiere ligar deben intervenir entre ellos, llevando una historia paralela.
Sorbo instantáneo.
Un periodista investiga un tiroteo en un pueblo producido por un anciano indignado con las selfies.
Sorbo de ego.
Un duo de locutores de radio tienen un programa sobre misterios. Una mañana uno de ellos observa en una cafetería que un hombre entra y actúa de forma milimétrica, tomándose el café en menos de 5 minutos dando 12 sorbos y bebiendo después un vaso de agua. Acto seguido deja una nota bajo la vajilla vacía y se marcha. A partir de entonces las desgracias se sucederán en el local hasta el punto de tener que cerrarlo.

-Mi Opinión-
A la primera historia le vi tan poco sentido que pensé que no sería un libro de relatos sino una especie de novela dividida en anécdotas independientes en las que cada una representara un sorbo de café, sin una introducción, nudo ni desenlace marcados, solo un carácter filosófico final. Además, la segunda historia me pareció que estaba conectada con la primera así que me quedé un poco confusa cuando de repente la tercera no tiene nada que ver, ni la cuarta y así estuve un par de historias más hasta que comprendí que no volvería a ninguna historia principal. Simplemente los dos primeros relatos no tenían sentido ni fin. Del resto quiero destacar como el mejor el sorbo rompecorazones que me pareció genial y muy divertido y como el peor el sorbo taurino que aunque me sorprendió la imaginación del autor para esa película la historia en general no me ha gustado nada.
Además el relato de el sorbo capicúa ha sido de los dos más largos y me ha apartado completamente del resto del libro. Practicamente creí que estaba leyendo otro. Me empezó gustando mucho pero al final me decepcionó.
La escritura es algo compleja pero no excesivamente lenta. El autor usa palabras muy complicadas, a veces incluso exageradas(no imagináis hasta que punto) que le quitan un poco de realismo a la lectura(ya que la gente normal ni piensa ni habla de esa forma) pero, como la esencia de los relatos es esa, no se hace para nada molesto. 
Otra cosa que me choca del libro es la portada. Es preciosa y la contraportada tiene dibujada doce tazas de café chiquititas super monas y distintas y el vaso de agua. Todo lo ves muy bonito pero cuando abres el libro y empiezas a leer te encuentras con una historia seria y desde una perspectiva muy masculina que te chirría un poco. 
En definitiva, un libro de relatos muy agradable, no demasiado filosófico pero con sus enseñanzas y con situaciones muy divertidas que estoy muy contenta de haber leido.

Gracias a Circulo rojo por el envío del ejemplar

-Puntuación-