La hija olvidada, de Joanna Goodman

TITULO: La hija olvidada

AUTOR: Joanna Goodman

FECHA DE PULICACIÓN: 10 de septiembre 2021

NÚMERO DE PÁGINAS: 416

EDITORIAL: Umbriel

SAGA: Autoconclusivo

-Sinopsis-

En 1992, las facciones francocanadienses reavivan la lucha para obtener la independencia de Quebec, y la bella y salvaje Veronique Fortin, hija de un radical separatista condenado por el secuestro y asesinato de un prominente político en 1970, ha abrazado la causa de su padre. Así que es la más sorprendida al enamorarse de James Phénix, un periodista de descendencia francocanadiense que se opone al separatismo de Quebec. Su historia de amor es tan apasionada como turbulenta, mientras se debaten en una lucha constante entre el amor y la moral.
Al mismo tiempo, la hermana mayor de James, Elodie Phénix, una de las huérfanas de Duplessis, se involucra en una coalición que reclama justicia e indemnizaciones por el sufrimiento vivido en los años 50, cuando los orfanatos de Quebec fueron convertidos en hospitales psiquiátricos; un atroz acto político del primer ministro de Canadá, Maurice Duplessis, que afectó a 5.000 niños.
Veronique es la única persona en la que Elodie puede confiar mientras lucha por que se haga justicia y revive el trauma que sufrió; mientras que Elodie se convierte en una hermana para Veronique, que sigue con la lucha por el legado de su familia.

-Mi Opinión-

No sé qué fue lo que me llamó la atención de esta novela leyendo la sinopsis. A mí, que no me gusta nada la romántica ni la histórica(excepto, como siempre suelo decir, algunas excepciones). Pero, ¿sabéis cuales suelen ser dichas excepciones? Las que combinan ambas temáticas. No tengo ni idea de por qué, pero sin tener yo buenas expectativas, finalmente acaban enamorándome. Y este no iba a ser menos.

La hija olvidada comprende varios momentos de la historia reciente y muchos puntos de vista sobre ellos. El drama social que aquí conocemos no sólo se centra en un gobierno corrupto y discriminatorio, sino que ahonda en todo lo que eso conlleva. No son sólo palabras ya vacías de tantas pruebas como tenemos de ello(gobierno corrupto ya parece un epíteto) sino un viaje a través de muchas vidas afectadas por ello. Generación tras generación.

Todo comienza con Veronique. Durante toda su corta vida ha crecido con el peso de ser la hija de un asesino. Ella no le conoce más que a través de un cristal, pero su legado la persigue y se ve obligada, sin darse cuenta, a estar a su altura. Con ellos conocemos hasta donde puede llegar una comunidad infravalorada, discriminada y explotada. Un pueblo sin las mismas oportunidades de desarrollo que el resto de sus vecinos simplemente por tener un origen distinto. 

Veronique nos mostrará, por tanto, un destino habitual cuando no tienes elección, con sus riesgos y consecuencias. Junto a ella, conoceremos otras perspectivas similares que desembocan en un punto en común: siendo víctimas de su propio odio.

Por otro lado, tenemos a James. Él representa la contraposición de Veronique. Su personaje  es de origen mestizo y eso le ha permitido tener no sólo una perspectiva más abierta y comprensible del conflicto, sino, convenientemente, mejores oportunidades de las que ha tenido ella. Es perfecto para, a través de la convivencia de ambos, hacernos reflexionar hasta qué punto se puede radicalizar un problema o cuán importante puede llegar a ser una causa. Sin embargo, la verdaderamente interesante de su círculo es su hermana Elodie. 

Elodie nació cuando su madre tan sólo tenía 15 años. Sus abuelos la dejaron en un orfanato donde tuvo una vida aceptable hasta los 7 años. En ese momento, el gobierno decidió cambiar la institución por un psiquiátrico y declarar a los huérfanos como enfermos, ya que así recibirían más subvenciones. Desde entonces, las palizas, castigos y trabajos forzados se volvieron su día a día. Les privaron de infancia, salud y educación. Los que no se suicidaron a causas de las enfermedades físicas y mentales consecuentes de ese periodo, murieron en la más absoluta miseria. Los que sobrevivieron, como ella, reclaman justicia.

Es una novela deliciosa. Pese a la dureza de su mensaje, los personajes están perfectamente confeccionados y nos hacen participar en unas escenas brutales. Durante los 8 años que transcurren en la historia, asistimos no sólo a su desarrollo, sino también el del país, el otro gran protagonista.

No consideraría que tiene un final feliz, pero sí satisfactorio, realista y esperanzador. La novela no renuncia a su crudeza para contentar al lector. Aun así, todas las heridas quedan cerradas y estamos felices por ello. El proceso de rehacer su vida tras ellas, es cosa de los personajes y a nosotros sólo se nos permite atisbar un buen pronóstico sobre ello.

En su contraportada, la editorial cataloga la novela como "misterio". Quizás fue eso lo que me llamó la atención y lo que, afortunadamente, me permitió no dejarla escapar. A priori, parece no responder a esa definición, ya que no es un thriller al uso como los que suelo leer, cargados de asesinatos por resolver y tensión que se puede cortar con un cuchillo. Sin embargo, el gusanillo interior te remueve constantemente deseando saber más y más sobre estos entrañables personajes y la verdad que se esconden incluso para ellos mismos.

Muchas gracias a Umbriel por el ejemplar.

-Puntuación-