TÍTULO: Por si las voces vuelven
AUTOR: Ángel Martín
FECHA DE PUBLICACIÓN: 17 de noviembre de 2021
NÚMERO DE PÁGINAS: 250
EDITORIAL: Planeta
SAGA: Autoconclusivo
-Sinopsis-
Hace unos años me rompí por completo. Tanto como para que tuvieran que atarme a la cama de un hospital psiquiátrico para evitar que pudiera hacerme daño.No tengo ni idea de cuándo empezó a formarse mi locura.
A lo mejor nací genéticamente predispuesto.
A lo mejor fui macerando una depresión al callarme ciertas cosas por no preocupar a los demás.
O a lo mejor simplemente hay cerebros que de la noche a la mañana hacen crec y se acabó.
Si algo he descubierto en todo este tiempo es que cuando cuentas abiertamente que se te ha pirado la cabeza la gente enseguida le pone el sello de tabú. Aunque este libro lo he escrito para mí, por si las voces vuelven, es para cualquiera que haya pasado o esté pasando por algo parecido, y así romper de una vez por todas el estigma de las enfermedades mentales. Pero si simplemente te apetece jugar a ver el mundo como yo lo vi mientras perdí el contacto con la realidad, este libro también es para ti. Si escuchas bien las voces, descubrirás cosas fascinantes como esta:
NO NECESITAS LLEGAR A TOCAR FONDO PARA RECONSTRUIRTE DESDE CERO
¿Empezamos?
Un sorprendente testimonio sobre la locura. Un relato en primera persona sobre lo que supone perderse y tener que reconstruirse desde cero. Una historia vitalista que te agarra desde la primera línea.
-Mi Opinión-
Creo que no me equivoco si afirmo que es imposible que no os haya llegado información sobre este libro con anterioridad. El mismo Ángel Martín reconoce en la novela que ha estado unos años muy oculto de las cámaras. Pero cuando admitió públicamente que había sufrido un brote psicótico por el que había estado internado en un hospital durante 2 semanas, todos los focos se pusieron sobre él.
Ahora, dos años más tarde, publica una nueva actualización de lo que está siendo su vida tras este fatídico episodio. El próximo miércoles 29 de noviembre sale a la venta "Detrás del ruido", donde nos habla sobre sus métodos para salir del pozo, reconstruirse y, sobre todo, no volver a caer.Por eso he querido aprovechar la ocasión para recordaros la importancia de este relato donde Ángel cuenta su experiencia y reflexiona sobre un tema tan candente como lamentablemente silenciado.
En primer lugar, tenemos un desarrollo sin tapujos desde lo que él recuerda como el principio de todo hasta el momento en que se tomaron medidas. Durante estos pasajes nos explica las pequeñas fantasías que se introducían en su cabeza sutilmente, tanto que convivía con ellas como si se tratase de una segunda realidad oculta. Nos cuenta (tal y como él las llama) todas las tramas y subtramas que su cerebro imaginaba y lo mucho que se sorprendió cuando descubrió que la mayoría de ellas coincidían con las de otras personas que han pasado por lo mismo que él.
Durante estos pasajes también reflexiona sobre los motivos que pudieron provocar su deterioro mental. Ángel habla abiertamente sobre su consumo de alcohol y drogas durante una etapa en la que carecía de rutina y de motivación, sumado a una inestabilidad laboral de larga duración. Sería muy fácil pensar que cualquiera de estos elementos pueden ser los causantes de un colapso como el suyo. Pero tampoco es desorbitado creer que hay algunas personas que están predispuestas genéticamente a ser más sensibles emocionalmente. O que simplemente están acostumbradas a guardarse sus sentimientos hasta que finalmente explotan de distintas posibles maneras. Todo puede ser causa y todo puede ser agravante, pero no hay una clara acción-reacción. Sería demasiado sencillo.
Por otro lado, su relato también sirve de apoyo para la familia y amigos de los afectados por esta enfermedad. Es muy difícil lidiar con una persona con este problema, tanto si ella es consciente como si no lo es. Ángel defiende la importancia de proteger la salud mental de los demás y estar atentos a posibles señales de advertencia. Pensar que alguien se comporta de forma extraña porque tiene un mal día es demasiado superficial. Debemos ahondar en los motivos que están provocando su carácter e intervenir si es necesario. Prevenir antes de curar, empatizando con las personas de nuestro alrededor como él ha aprendido a hacer desde que ha pasado por esto.
Además, una vez detectado el problema, sigue siendo muy complicado para los allegados saber cómo tratar al afectado o incluso qué hacer para conseguir que mejore. Es duro ver como una persona a la que quieres pasa por una experiencia tan desagradable pero, tal y como nos explica el autor, no hay una fórmula secreta para solucionar su problema. Nada más que tiempo, cariño y muchísima paciencia.
Por último, no quiero dejar de reivindicar algo que también he oído en otros debates, entrevistas o charlas sobre el tema. Dejando a un lado que debemos normalizar las visitas al psicólogo (tanto si pensamos que tenemos un problema como si no) cabe destacar que no vale cualquiera. Tal y como dice Ángel en su historia, tener el título no te hace bueno en tu trabajo. Y, aunque lo seas, eso tampoco supone que conectes con todos los pacientes que vayan a tu consulta. Si pensamos que tenemos un problema, acudimos a un psicólogo y salimos descontentos de la sesión, la solución no es darnos por perdidos sino buscarnos a otro profesional con el que nos sintamos cómodos. Igual que todos tenemos preferencias entre los varios médicos de cabecera que estén para atendernos en nuestros centros de salud más cercanos, aquí no debemos conformarnos con el primero que encontremos si no estamos a gusto con él.
Este libro no tiene nota del autor porque el texto entero son unas notas del autor. Carece de estructura, se repiten muchas ideas y salta en el tiempo continuamente. Pero está bien. No es un libro de divulgación ni una tesis sobre la salud mental. Es como si el escritor se sentara contigo en un bar y te contara su experiencia con el cariño y la preocupación de un ser querido que no quiere que pases por lo mismo. Una experiencia sobrecogedora.
-Puntuación-
Estoy leyéndolo y escuchándolo (el audiolibro está narrado por el autor y a veces nos habla directamente a los oyentes, ignorando el texto escrito) y me está encantando. Espero terminarlo antes de final de año.
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