viernes, 6 de junio de 2025

RESEÑAS EXPRESS: La dependienta, de Sayaka Murata


TÍTULO:
La dependienta

AUTOR: Sayaka Murata

FECHA DE PUBLICACIÓN: 01/01/2019

NÚMERO DE PÁGINAS: 176

EDITORIAL: Duomo

SAGA: Autoconclusivo


-Sinopsis-

Furukura tiene 36 años y está soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandonó a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japonés abierto las 24 horas del día. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores cómo actuar y qué decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.


-Mi Opinión-

Esta novela es fresca y ligera. Recuerda mucho a Amelie, por cómo nuestra protagonista disfruta de los pequeños detalles que componen su lugar de trabajo. Los ruidos, el orden, la colocación estratégica de los productos o las tendencias en ventas según la hora o el tiempo atmosférico son apenas unos ejemplos de cotidianeidad que al resto de empleados les causa indiferencia, pero que nuestra protagonista siente como sinónimos de paz mental.

Keiko Furukura se siente orgullosa de formar parte de los engranajes del mundo, y con eso es suficiente. Por lo que ella misma nos cuenta, desde muy pequeñita carece de habilidades sociales y, especialmente, de la capacidad de sentir empatía. Esto le ha provocado tener que desarrollar otras destrezas que le permitan "disfrazarse de persona normal" para encajar y evitarle sufrimiento a los que le rodeaban. De ese modo, sus acciones y decisiones dependen de las conclusiones a las que ha llegado observando a su entorno, con el objetivo de agradar a todo el mundo y pasar desapercibida. 

Así es como ha conseguido llegar a los 36 años manteniendo un perfil bajo. Siendo amable y educada con todo el mundo; Contestando a las preguntas con lo que cree que la otra persona quiere oír; Investigando dónde compran la ropa sus amigas para vestirse de la misma forma...
En definitiva, siguiendo una serie de pautas que ella misma ha establecido para camuflarse, de la misma forma que sigue el manual del empleado para saber cómo actuar en cada situación que se plantee en su trabajo.

Sin embargo, el tiempo pasa y su tapadera se está empezando a desmoronar. En su juventud, su forma de vida estaba socialmente aceptada pero, a su edad, su entorno está empezando a juzgarla. Keiko es cada vez es más incapaz de encontrar excusas para justificar que no esté buscando marido, no pretenda ascender a un empleo más importante o disimular que no tenga intención de dejar de trabajar para cuidar a un hijo. 

Cuando el kombini contrata a un nuevo empleado, Keiko descubre que existe un extremo opuesto a lo que ella ha reconocido como natural. Su nuevo compañero, Shiraha, es una persona vaga, egoísta, desagradable, oportunista y machista. Otro marginado de la sociedad por tener ideas y aspiraciones en contra de lo que se considera normalizado. Una oportunidad de conocer a alguien que la entienda.

Es por ello que la novela reflexiona de una forma deliciosa sobre la afinidad que pueden desarrollar dos personas que comparten una misma situación social con puntos de vista extremadamente opuestos. Una narración fascinante e impredecible con toques de humor bastante acogedora.

-Puntuación-



1 comentario:

  1. Me gustó todo lo que relatas, una protagonista casi de mi misma edad, con vidas adultas con las que uno se puede ver reflejada en ciertas cosas. Aunque yo si tuve un hijo y me casé, es perfectamente repetable no querer hacerlo o por lo menos no mortificarte por no haberlo hecho a determinada edad, porque realmente no es una competencia. Todo a su tiempo y a veces nunca, si asi tiene que ser. Lo importante es sernos leales a nosotros mismos y no presionarnos para terminar formando un hogar con la persona equivocada.

    Gracias por la reseña, tendré el título presente.

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